Aperitivacas
Cada uno tiene su fórmula para un veranito ideal. La mía, por suerte para todos, no es descolgarme con ningún hit musical.
Cada uno tiene su fórmula para un veranito ideal. La mía, por suerte para todos, no es descolgarme con ningún hit musical.
Este post debería llevar un «Warning» de esos grandes, en rojo y con lucecitas de neón. Es una pena que no sepa cómo ponerlo -una tiene sus limitaciones-, pero las Muycafeteras lo merecerían. Como poco, claro.
En general, estoy bastante contenta de ser mujer. Pero hay una cosa que envidio a los hombres. De una forma profunda y hasta casi rabiosa: su facilidad para dormirse.
Hoy empezaré por pedir disculpas. Estrené este blog hace unos meses con las ganas y la ilusión de que no faltase lectura ni entretenimiento ligero, y de irme renovando con sonada constancia y periodicidad.
Una vez, pasando yo por un mal momento, una buenamiga me regaló una libreta y unas tiritas.
Ahí lo tenéis escrito, y dibujado, y parece nada. Pero el Doblecalcetín es mi solución -o debería decir salvación- invernal.
No señores no, ni la fregona ni el lavaplatos. Ni tan siquiera los robots aspiradores. ¡¡No!! El mejor invento doméstico del siglo está por llegar.
Después de trentaytantos años, ahora entiendo una imagen que habré visto mil veces mil –lo que viene siendo un millón, vamos– en las películas americanas.