¿Me lo inventan, por favor?
No señores no, ni la fregona ni el lavaplatos. Ni tan siquiera los robots aspiradores. ¡¡No!! El mejor invento doméstico del siglo está por llegar.
No señores no, ni la fregona ni el lavaplatos. Ni tan siquiera los robots aspiradores. ¡¡No!! El mejor invento doméstico del siglo está por llegar.
Después de trentaytantos años, ahora entiendo una imagen que habré visto mil veces mil –lo que viene siendo un millón, vamos– en las películas americanas.
Lo confieso. Ya no puedo callarlo más. Sufro de hartitis perruna.